El arco eléctrico es uno de los fenómenos más peligrosos en sistemas de baja y media tensión. Se produce cuando la corriente eléctrica salta a través del aire entre dos conductores, generando temperaturas que pueden superar los 20.000 °C, ondas de presión y radiación intensa. En menos de un segundo, un arco puede destruir tableros, interrumpir procesos críticos y poner en riesgo la vida de los trabajadores. Por eso, contar con sistemas de detección y protección avanzados es hoy una prioridad en minería, celulosa, energía y otras industrias críticas.